“La territorialización de la paz, entendida como la aplicación efectiva de los acuerdos y políticas a las realidades locales, es hoy más urgente que nunca. Lo acordado no se está cumpliendo y eso pone en riesgo la esperanza construida durante años de lucha por la reconciliación”, bajo esta premisa el personero de Cali Gerardo Mendoza Castrillón, se dirigió a los presentes en el Encuentro de experiencias de personeros del sur occidente.

En su intervención y tomando incluso la vocería de personeros de Cauca, Huila y Putumayo, así como de representantes de mesas municipales de víctimas, hizo un llamado vehemente a la consolidación de una paz integral, verdadera y duradera.
Y enfatizó como jefe del Ministerio Público en la capital del Valle del Cauca: “No podemos permitir que esta región se convierta en un segundo Catatumbo, marcado por la sangre, la guerra, el secuestro, la extorsión y la vulneración sistemática de los Derechos Humanos, entendiéndose que la sociedad civil debe estar excluida del conflicto armado”.

En marco de este encuentro subrayó que la institucionalidad debe actuar como un solo cuerpo cohesionado para proteger a las comunidades y garantizar sus derechos fundamentales, considerando por demás que las dinámicas del conflicto son diversas en cada territorio, y requieren respuestas diferenciadas que reconozcan las particularidades locales.

Mendoza Castrillón señaló que “con esta clase de espacios de diálogo y diagnóstico le apostamos con la territorialización de la paz, a que la vida, la justicia social y la equidad se abracen desde lo local, toda vez que No es posible que las víctimas deban esperar décadas —hasta 49 años— para ser reparadas”.
Al preguntarse ¿Cuándo entonces, serán reparadas las víctimas de hoy? Indicó a los asistentes que el tiempo de actuar es ahora… “somos la esperanza activa en los territorios, somos el presente que exige verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”.

Otro de los aspectos que consideró el personero Distrital de Cali en este Encuentro de Experiencias de Personeros del Suroccidente es la necesidad urgente de una Reforma Agraria Integral, resaltando que con ella se le devuelva la dignidad al campesinado, garantizándole el acceso a la tierra, la seguridad en las áreas rurales y la protección de la vida en esos sectores. En este punto agregó que difícilmente la paz será posible, si quienes habitan y trabajan la tierra continúan viviendo con miedo y sin un eficaz apoyo del Estado y sus autoridades.

Con referencia a los fenómenos migratorios, el desplazamiento forzado y la reactivación de rutas de violencia, Gerardo Mendoza manifestó que “para su intervención se requieren acciones articuladas entre el Estado, la cooperación internacional y las comunidades, creyendo en una paz donde todos y todas aporten el grano de arena o la milla de más, por cuanto es con hechos como se logra y no solo con discursos, habida cuenta que es con voluntad política, presencia estatal efectiva y justicia social con lo que se puede cumplir lo pactado, permitiendo de paso que se escuche el clamor desde los territorios”. Así las cosas y al finalizar expresó con marcado acento: “¡Territorializar la paz es consolidarla!