Un llamado a la unión institucional y a la sociedad en pleno, para reclamar del Alto Gobierno su intervención para que ejecute una robusta propuesta económica que fortalezca a las Fuerzas Armadas, hace el personero de Santiago de Cali, Gerardo Mendoza Castrillón en aras de que se contrarreste el accionar subversivo, terrorista y criminal de grupos organizados en el suroccidente colombiano.

El jefe del Ministerio Público en la capital vallecaucana señaló que “solo así, en la medida que haya inversión en este sentido, puede el Estado aplicar su fuerza con el rigor que el compromiso con la seguridad, la convivencia y la paz del país, lo exige”.

Enfatizó que la vida de los colombianos está vulnerable, ante las acciones de grupos al margen de la ley, de ahí que se hace importante que como región se exija del Gobierno Nacional, inversión en lo referente a seguridad, toda vez que sobre los presupuestos establecidos en los diferentes territorios, esto coadyuve a hacerle frente a estos generadores de violencia.

Mendoza Castrillón dijo con marcado acento: “no queremos ni un muerto más ni una víctima más, ha sido suficiente el sufrimiento de nuestro pueblo, y por eso queremos que el Gobierno colombiano ejerza el total control en el territorio, aunque eso hay que saberlo leer, interpretar y digerir pero desde el territorio mismo”.

Y prosiguió: “los recursos del Gobierno Nacional tienen que llegar y verse reflejados frente a las necesidades que demanda la seguridad ciudadana en campos y ciudades, y a ello se debe sumar la inversión de los gobiernos locales; en el caso de Cali, el Distrito debe destinar lo suficiente en materia logística, cámaras de videoseguridad, combustible para que se efectúe el patrullaje de los vehículos de la policía, todo ello sin contratiempo alguno, es decir se deben desarrollar con urgencia una serie de actividades en conjunto, que lleven a la convivencia y la tranquilidad de la gente”.

Finalmente, ante algunos medios informativos el personero Distrital, Gerardo Mendoza subrayó que estos esfuerzos y compromisos deben estar articulados, puesto que de lograrse que el suroccidente colombiano y la región Pacífica estén libres de situaciones de orden público, se podría hablar de una Santiago de Cali y una área metropolitana como territorios en paz, habida cuenta de que mucho de lo que sucede a lo largo y ancho de esta sección del país, repercute en la capital del Valle y su vecindad.